Detalles de la sesión y orden de ejecución 

Detalles de la sesión y orden de ejecución 

Cómo dirigir Difference 

El curso Difference tiene cinco sesiones que cubren los siguientes temas.  

La primera sesión se llama El llamado de Dios. 

Esta sesión explora cómo Dios nos llama y nos prepara 

para ver relaciones transformadas en un mundo en conflicto. 

También es una oportunidad para construir una cultura de grupo sólida. 

al comenzar con el curso. 

La segunda sesión explora el atravesar divisiones 

identificando de qué manera los prejuicios y las suposiciones pueden crear división  

y cómo encontrarnos con quienes se encuentran del otro lado de los muros divisorios. 

La tercera sesión trata sobre cómo manejar los desacuerdos. 

Se trata de que Dios nos acompañe mientras enfrentamos el desafío del desacuerdo, 

lo que puede convertirse en una oportunidad para tener relaciones más sólidas si se maneja bien. 

La cuarta sesión se llama Practicar el perdón. 

Esta sesión explora tanto la complejidad del perdón 

como las posibilidades que se generan con él. 

Reconocer el perdón no es solo para los grandes momentos, sino también en nuestro día a día. 

Y finalmente, la quinta sesión se llama Arriesgarse a tener esperanza. 

El curso termina descubriendo que hacer relaciones  

a la manera de Dios a veces puede ser arriesgado y generar resistencia, 

pero la esperanza que produce es transformadora. 

En cada sesión hay un video para ver, una historia del Evangelio, una conversación en grupos pequeños, 

una actividad y un tiempo de oración. 

Si se trata de un grupo nuevo que no se conoce entre sí 

recomendamos una reunión previa antes del inicio del curso.  

Puede hacerse en torno a una comida o alguna actividad divertida.  

Es una oportunidad para conocerse y establecer expectativas antes de comenzar.  

En la guía de la sesión te damos algunas ideas. 

Este es el orden típico para llevar a cabo una sesión nocturna  

y cómo dirigí un grupo recientemente.  

Cada grupo está diseñado para hacerse en 90 minutos. 

Entonces, por ejemplo, a las seis y media, te reúnes con tu coanfitrión o coanfitriona 

y con las y ylos ayudantes para preparar la sala, la tecnología y orar.  

A las seis cincuenta, recibes a las personas, abres la videoconferencia si es en línea. 

Y  piensa en cómo practicar la hospitalidad a medida que la gente vaya llegando. 

Puedes tener alguien que les dé la bienvenida, un refrigerio. 

Si el curso era en línea, yo tenía música de fondo, escribía mensajes en el chat. 

A las siete en punto, inicia la sesión. 

Escucha los comentarios de la semana anterior, presenta el tema de la sesión y ora. 

Luego, a las siete y diez, el Relato. Tu video, la historia del Evangelio,  

y un grupo de debate. 

A las siete cuarenta y cinco haces la sección Espacio, 

el ejercicio interactivo o la reflexión guiada. 

Y a las ocho y cuarto es hora de la sección Santuario, oración y aplicación, 

un tiempo para identificar cuál es el aprendizaje de la sesión para cada quien.  

A las ocho y media se termina. 

La sesión dura 90 minutos  

pero quizá desees agregar 15 minutos al comienzo para una conversación informal  

para ponerse al día o agregar tiempo al final para oración y alabanza. 

Recordatorio: 

• Cuando el grupo sea nuevo, haz una reunión previa antes de comenzar el curso. 

• Cada sesión dura 90 minutos, pero quizá desees agregar tiempo al principio y al final para conversación, oración o alabanza.  

Artículo: 

1. El llamado de Dios 

Dios puede transformar las relaciones en un mundo en conflicto. El llamado y la preparación de Dios lo hacen posible. 

Dios está obrando para renovar y reconciliar todas las cosas y nos llama a dejarnos llevar por lo que está haciendo. Vivimos entre la plenitud que Dios pretendía en el principio y la restauración final de todas las cosas, del cielo y de la tierra, que se nos prometieron. Tenemos un llamado aquí y ahora para traer esperanza y ser esperanza en un mundo complejo y desordenado. Seguir a Jesús significa amar realmente a nuestro prójimo y a nuestros enemigos. Y significa dejar que Dios nos lleve, paso a paso, al corazón de las divisiones que él puede transformar. 

Esta sesión incluye: 

• El llamado bíblico a las personas cristianas en un mundo dividido y complejo: Mateo 5:5–9 

• Establecer parámetros para la cultura del grupo: fomentar la honestidad, la sensibilidad y las formas de relacionarse bien entre sí. 

• Ejercicio interactivo para explorar los 3 hábitos y las historias que aportamos 

2.  Atravesar divisiones 

Dios nos invita a ver dónde la diferencia o los prejuicios nos separan de las demás personas y nos ofrece oportunidades para percibir a las demás personas como él lo hace. 

Es fácil desconfiar de quienes son diferentes. A menudo nos encontramos en cámaras de resonancia, en medio de voces que refuerzan nuestra propia perspectiva. Es cada vez más fácil evitar o excluir a quienes nos causan incomodidad o temor, creando un muro que nos divide. Esta sesión trata de responder a la invitación de Dios a conocernos mejor al ver nuestros muros y la gente que está del otro lado. 

Esta sesión incluye: 

• La historia de Sami Awad de Tierra Santa sobre la superación de los muros entre personas de Israel y Palestina. 

• El relato de Jesús encontrándose con una mujer samaritana: Juan 4:1–30 

• Ejercicio interactivo sobre la construcción y desmantelamiento de muros de prejuicio. 

3.  Manejar los desacuerdos 

Dios nos acompaña mientras enfrentamos el desafío del desacuerdo, el cual puede convertirse en una oportunidad para relaciones más sólidas si se maneja bien. 

Todas y todos nos encontramos con conflictos que casi siempre causan malestar, pero es necesario que dejemos que nos agobien. El ejemplo de Jesús nos muestra que podemos responder al desacuerdo con curiosidad y generosidad sin transigir en nuestras convicciones. De hecho, a veces el conflicto puede ser una oportunidad para profundizar y fortalecer las relaciones de formas que nunca hemos imaginado. 

Esta sesión incluye: 

• La historia de Mariam Tadros de Londres sobre cómo manejar un desacuerdo familiar 

• El relato de la mujer que lava los pies de Jesús: Lucas 7:36-50 

• Ejercicio interactivo sobre el desacuerdo y la empatía. 

4.  Practicar el perdón 

Dios nos acompaña en el caos y la complejidad de intentar poner en práctica el perdón en nuestras relaciones. 

Jesús enseña una y otra vez sobre el perdón en los evangelios. Esto sugiere dos cosas: en primer lugar, que es una parte crucial para encontrar la vida en toda su plenitud; en segundo lugar, que el perdón es bastante difícil de entender y aún más difícil de vivir todos los días. Esta sesión trata sobre permitirnos tener apertura a las posibilidades del perdón en nuestras relaciones, al tiempo que somos honestos(as) sobre aquello que nos impide avanzar. 

Esta sesión incluye: 

• La historia de Craig Stewart de Ciudad del Cabo sobre tomar medidas para pedir perdón a colegas y amistades 

• El relato de Jesús y Pedro en la playa de Juan 21:1–19 

• Reflexión guiada: ‘entrar’ en el pasaje bíblico 

5.  Arriesgarse a tener esperanza 

Llevar nuestras relaciones a la manera de Dios a veces será arriesgado y generará resistencia, pero la esperanza que genera es transformadora. 

Buscar relaciones sanadas y restauradas puede ser arriesgado, costoso y complejo. Es fácil sentir agobio cuando luchamos con el perdón, nos sentimos impotentes o encontramos resistencia en nuestro interior y en las demás personas. Pero estas no son señales de que debamos rendirnos. Es lógico encontrar dificultades cuando vivimos de una nueva forma que provoca disrupción en los valores y las estructuras de poder que nos rodean. Esta sesión trata de encontrar formas de seguir adelante mientras tratamos de vivir esto día a día. 

Esta sesión incluye: 

• Las historias de Guvna B de Londres y Tom Herbert de Gloucester sobre comunidades que les permiten ver una cambio donde hubo quebrantamiento. 

• El relato de Jesús lavando los pies de los discípulos en Juan 13:1–17 

Ejercicio interactivo sobre cómo los hábitos nos permiten encarnar la esperanza.